De langostinos y camarones
Pescamar es la mayor empresa pesquera de Mozambique.
El portugués y el español, siendo idiomas tan similares, se disocian a veces y toman caminos imprevisibles, de modo que, para el español que vive en Mozambique y que está acostumbrado a que lo entiendan sin mayor esfuerzo, las cosas se pueden poner difíciles. Por ejemplo, intentemos explicarle a un mozambiqueño las diferencias entre una quisquilla, un camarón, una gamba, un gambón, un carabinero o un langostino: para ellos todos son “camarões”, grandes, pequeños, tigres o salvajes, pero “camarões” sin más, una palabra tan potente y con un contenido semántico tan amplio, que hasta bautizó a un país entero en este continente (por mucho que nosotros lo hayamos bastardeado traduciéndolo como Camerún).
Pescanova, que tanto sabe de tipos de crustáceos, tuvo que hacer equilibrios lingüísticos en Mozambique, dejar de hablar de langostinos salvajes y ponerse a pescar “camarones”. Tan bien les fue, que se convirtieron en la empresa más importante de España en este país.
Impresiona saber que hoy por hoy tienen en Mozambique 32 barcos operativos y 1000 trabajadores; que disponen de un dique seco enorme en el puerto de Beira donde reparan cada año un centenar de barcos, propios y ajenos; que su astillero es el único con capacidad autónoma nacional y el mayor entre Durban y Mombassa; que su presencia en Quelimane y en Beira es fundamental para estas ciudades, porque han sabido invertir en sus habitantes dándoles trabajo, ofreciendo becas a sus hijos, rehabilitando edificios históricos, instalando frigoríficos y almacenes y dinamizando el tejido industrial y social. La colonia española en toda las provincias centrales del país están vinculadas en buena medida con esta empresa; y eso justifica que su director, Francisco Vilas, sea también nuestro cónsul honorario en la ciudad de Beira.
La empresa con la que operan es mozambiqueña y se llama “Pescamar”, también en eso Pescanova ha conseguido que sea el país quien se beneficie de su inversión y de su trabajo.
La infraestructura que se ha creado en Beira y Quelimane ha permitido la formación de cientos de mozambiqueños en el ámbito de la pesca, el mecánico (hasta reparan motores de tracción de locomotoras) y el de la construcción civil. Durante cierto tiempo incluso han sido los únicos que han ofrecido un servicio de protección costera con lanchas propias.
Pescanova, que tanto sabe de tipos de crustáceos, tuvo que hacer equilibrios lingüísticos en Mozambique, dejar de hablar de langostinos salvajes y ponerse a pescar “camarones”. Tan bien les fue, que se convirtieron en la empresa más importante de España en este país.
Impresiona saber que hoy por hoy tienen en Mozambique 32 barcos operativos y 1000 trabajadores; que disponen de un dique seco enorme en el puerto de Beira donde reparan cada año un centenar de barcos, propios y ajenos; que su astillero es el único con capacidad autónoma nacional y el mayor entre Durban y Mombassa; que su presencia en Quelimane y en Beira es fundamental para estas ciudades, porque han sabido invertir en sus habitantes dándoles trabajo, ofreciendo becas a sus hijos, rehabilitando edificios históricos, instalando frigoríficos y almacenes y dinamizando el tejido industrial y social. La colonia española en toda las provincias centrales del país están vinculadas en buena medida con esta empresa; y eso justifica que su director, Francisco Vilas, sea también nuestro cónsul honorario en la ciudad de Beira.
La empresa con la que operan es mozambiqueña y se llama “Pescamar”, también en eso Pescanova ha conseguido que sea el país quien se beneficie de su inversión y de su trabajo.
La infraestructura que se ha creado en Beira y Quelimane ha permitido la formación de cientos de mozambiqueños en el ámbito de la pesca, el mecánico (hasta reparan motores de tracción de locomotoras) y el de la construcción civil. Durante cierto tiempo incluso han sido los únicos que han ofrecido un servicio de protección costera con lanchas propias.
Pescamar es toda una referencia para Mozambique a la hora de plantearse cómo explotar sus recursos pesqueros de una forma ordenada y sostenible y de cómo hacer que una inversión extranjera ayude al desarrollo de la industria nacional y la capacitación de sus recursos humanos. 
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